Un loco caballero, el Señor Mangucián, que va en busca de su amada Chinchilá. Lo que él no sabe, es que le abandonó por otro caballero, del reino de al lado…
…y mientras se toman un pequeño descanso en su camino, nos cuenta sus andanzas, improvisando batallas imaginarias y jugando con el espectador.
Todo ello rodeado de una trouppe esperpéntica formada por Cora una hechicera que hipnotiza al público y convierte en magia todo lo que toca (¡O tal vez no!). Probará la fuerza de los caballeros del reino, pondrá pelos donde no los hay...
Con el Señor Mangucián viajan sus dos vasallos más fieles, dos grandes personajes en zancos, esperpentos de finales del medievo venidos a menos.
Don Simón, siempre dormido y siempre ebrio, todo el día quejándose y Don Lucio, perdió la vista en el asalto a una fortaleza (o eso dice él) desde entonces no ve tres en un burro, pero animará la fiesta con los ritmos de sus tambores.