El paso del tiempo, un tiempo que marcha implacable, impasible, despiadado, devorando las horas, un tiempo que aprisiona al ser humano en lo finito...
Tres espacios reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad; la catedral de Burgos, el camino de Santiago y los yacimientos de Atapuerca… protegidos por su significado histórico y cultural, de especial importancia en la historia; espacios que resisten el paso del tiempo y que merecen un cuidado por parte de todos para que puedan disfrutarlos futuras generaciones...
los yacimientos de Atapuerca nos servirá para preguntarnos de dónde venimos, El Camino de Santiago nos dice hacia dónde vamos, en la catedral de Burgos nos preguntaremos por qué… iremos narrando nuestra metáfora sobre el paso de los siglos y las eternas cuestiones que el ser humano se hace ante el devenir del tiempo.
Una obra circular que desarrolla dramáticamente una idea muy clara: la resistencia de al paso del tiempo. La utilización del simbolismo de Brueghel el Viejo; personajes históricos por un lado y personajes de ficción y de raigambre folclórica y popular que conducirán al espectador por las escenas, viajando con ellos en el tiempo.
Las claves teatrales van desde el teatro más íntimo, pasando por la farsa más desgarrada, la tragedia de la guerra hasta el humor y el juego.